¿Cuántas formas distintas de cocinar huevos conoces? En este blog te vamos a dar algunas ideas para tus próximos platos. Así que, si quieres disfrutar de unos buenos huevos, ¡sigue leyendo!, porque te vamos a sorprender con estas cinco recetas diferentes. Y si tu pasión es cocinar y mejorar en el sector hostelero, no dudes en especializarte con nuestro curso en Ayudante de Cocina (Pinche). ¡Empezamos!
Índice de contenidos
¿Cómo cocinar huevos?
¿Sabías que existen muchas maneras de cocinar huevos? El huevo es uno de los alimentos más completos y sus preparaciones se adaptan a topo tipo de ingredientes, tanto dulces como salados. Son económicos y sencillos de preparar y se conservan fácilmente. Además, ofrecen proteínas de alta calidad y son muy nutritivos.
A continuación, veremos cinco recetas, unas más sencillas y otras más elaboradas pero todas deliciosas:
Huevos fritos
Los huevos fritos son de los más comunes de preparar. Somos conscientes que no es de las recetas más saludables del mundo, pero su sabor es indescriptible. Además, es una comida rápida que acompaña perfectamente las verduras y el arroz. Populares en desayunos, comidas y cenas.
Su elaboración consiste en sumergirlo en aceite muy caliente hasta que la clara quede dorada. La yema puede quedar líquida o también hacerse un poco más. La parte más complicada es echar el huevo en la sartén sin que se rompa. Para que esto no ocurra, se puede echar antes en una taza.
Huevos revueltos
Cocer huevos revueltos es fundamental en los desayunos de muchos países, sobre todo en Inglaterra. Pero también se pueden tomar para cenar de forma rápida y nutritiva.
Previamente deben mezclarse los huevos con un batidor. Se aconseja añadirle mantequilla o nata líquida para aumentar el sabor y obtener un resultado más cremoso y una textura esponjosa. A continuación, se vierten en una sartén a baja temperatura y se agrega sal y pimienta al gusto. Después de un minuto o dos ya estará listo.
Huevos pasados por agua
Los huevos pasados por agua son unos de los más sanos de comer. Se cuecen en agua salada, junto con la cáscara, durante 3 o 4 minutos. De esta forma, la clara queda coagulada y la yema permanece cremosa. Estos deben servirse con una huevera ya que se acostumbran a comer con una cuchara.
Huevos duros o cocidos
El clásico huevo duro es muy fácil de preparar. Consiste en cocer en agua con sal hasta que quede sólido, durante 10 minutos desde que el agua empieza a hervir. Dependiendo del tiempo de cocción se puede conseguir una yema más o menos líquida.
Este tipo de huevos combinan con todo, con verduras, pescados, empanadillas, ensaladas, etc.
Huevos escalfados o poché
Hay muchas maneras de preparar los huevos escalfados. Se cuecen en una sartén con agua y algo de vinagre, durante 2 minutos aproximadamente. Pero la clave está en el tiempo para conseguir que la clara y la yema estén en el punto perfecto. Es decir, una clara con una textura frágil y una yema poco cuajada. Se cuecen en una sartén con agua y algo de vinagre.