Las esponjas Konjac provienen de la raíz de un árbol llamado amorphophallus Konjac. Su planta es originaria del sureste de Asia la cual contribuye a la pérdida de peso gracias a su efecto saciante. En este blog explicaremos qué son, para qué sirven y cómo utilizarlas. ¡No te lo pierdas! Además, si te interesa el mundo de la Estética puedes especializarte con nuestros Másteres.
Índice de contenidos
¿Qué son las esponjas Konjac?
Las esponjas Konjac se están introduciendo cada vez más en Europa. Este producto cosmético asiático se fabrica moliendo la raíz de un árbol y se mezcla con agua. Y después de cocerla se convierte en esponja.
Ventajas
Las ventajas de usar estas esponjas son las siguientes:
- Son 100% naturales y vegetales, por lo tanto, biodegradables.
- Esta planta milenaria Konjac tiene un alto contenido en fibra, fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio y vitaminas A, E, D y C, aportando estos nutrientes a la piel.
- Son compatibles para todo tipo de pieles: sensibles, normales, atópicas, hipersensibles…). Pues son esponjas muy suaves que no dañan y permiten arrastrar perfectamente las impurezas, las células muertas y bacterias.
- El masaje estimula la circulación y mejora la regeneración de la piel.
- No es necesario utilizar limpiadores o exfoliantes porque ya tiene esta función.
- Se puede usar a diario.
¿Para qué sirven?
Estas esponjas se utilizan como limpieza facial para lavar en profundidad la piel del rostro. Exfolia de forma muy suave y efectiva. Elimina las células muertas e imperfecciones. También ayuda a cerrar los poros y a luchar contra el acné ya que, gracias a su fibra alcalina, equilibran el pH de la piel. E incluso atrapa la suciedad, las bacterias y la grasa. Por lo tanto, en tal solo un producto se consigue limpiar, exfoliar e hidratar la piel de manera muy natural.
¿Cómo usarlas?
Las esponjas de Konjac se pueden utilizar tanto por las mañanas antes de aplicar la crema hidratante y obtener un efecto mayor de los productos de maquillaje. O bien, por la noche, para eliminar la suciedad acumulada durante el día, así como cosméticos y maquillaje. Por lo tanto, puede se usar diariamente. No obstante, se recomienda hervirlas cada 2 o 3 semanas durante un par de minutos para esterilizarlas. Y también se aconseja renovarlas cada 2 o 3 meses. Si no se van a utilizar en períodos largos, se deberían guardar en la nevera.
Su uso es muy sencillo:
- Antes de aplicar la esponja, hay que humedecerla siempre con agua templada hasta que se ablande y suavice por completo.
- Se aconseja desmaquillarse antes de usar la esponja ya que sino podría mancharla. De esta manera se puede mantener en buen estado un mayor tiempo.
- Una vez la piel está desmaquillada, se aplica la esponja en el rostro masajeándolo suavemente. En este caso, se puede utilizar jabón o limpiador. Sin embargo, no es necesario ya que por sí sola es capaz de eliminar todas las impurezas de la piel y limpiar los poros en profundidad.
- Al terminar, se debe dejar la esponja en un lugar seco colgada para que se seque por completo y recupere su estado natural duro.