¿Alguna vez te has preguntado cómo algunas casas logran transmitir armonía, funcionalidad y belleza con solo cruzar la puerta? La respuesta muchas veces está en manos de un profesional del diseño: el/la interiorista. Su labor va mucho más allá de escoger cojines bonitos o combinar colores; se trata de transformar espacios en lugares únicos y funcionales que mejoren la calidad de vida de quienes los habitan. En este artículo te contamos que es un/a interiorista, qué funciones desempeña y cuánto cobra este profesional, para que tengas toda la información si estás pensando en contratar uno o formarte en esta apasionante profesión.
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Índice de contenidos
¿Qué es ser un interiorista?
Un/a interiorista es un profesional especializado en el diseño y optimización de espacios interiores. Su objetivo principal es crear ambientes funcionales, estéticamente agradables y adaptados a las necesidades y estilo de vida de las personas. A diferencia del decorador, el interiorista se involucra también en aspectos técnicos como la distribución de espacio, la iluminación, los materiales y, en muchos casos, hasta las normativas de construcción y sostenibilidad.
La figura del interiorista ha cobrado mucha relevancia en los últimos años, especialmente con el auge del teletrabajo y la necesidad de contar con espacios versátiles en casa. Este profesional colabora tanto en viviendas como en locales comerciales, oficinas, hoteles y cualquier entorno que requiera una intervención para mejorar su funcionalidad y estética.
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Funciones de un interiorista
El trabajo de un/a interiorista abarca múltiples tareas, desde la conceptualización hasta la ejecución del proyecto. Su misión es interpretar los deseos y necesidades del cliente y plasmarlos en un diseño coherente, innovador y eficaz.
Entre las funciones principales de un/a interiorista destacan:
- Analizar el espacio disponible y detectar sus puntos fuertes y débiles. El/la interiorista realiza un estudio detallado del entorno, valorando la distribución, la luz natural, la ventilación, la estructura y otros elementos clave. A partir de este análisis, propone soluciones que optimicen cada metro cuadrado.
- Elaborar propuestas de distribución funcional del espacio. Diseña planos y bocetos que reorganizan los ambientes según criterios de comodidad, ergonomía y flujo de movimiento. Esto puede implicar modificar tabiques, cambiar la ubicación del mobiliario o integrar nuevos espacios multifuncionales.
- Diseñar mobiliario a medida o seleccionar piezas adecuadas al proyecto. Un/a interiorista tiene conocimientos en diseño de mobiliario, lo que le permite crear piezas únicas adaptadas al espacio. También sabe cómo elegir muebles existentes que armonicen con el estilo general y cumplan funciones específicas.
- Elegir materiales, colores, textiles e iluminación. Este profesional combina texturas, gamas cromáticas y acabados para crear una atmosfera coherente. Además, selecciona sistemas de iluminación adecuados para cada zona, teniendo en cuenta tanto el diseño como la eficiencia energética.
- Ajustar el proyecto al presupuesto y plazos establecidos. El/la interiorista se encarga de gestionar los recursos económicos del cliente de manera eficiente, priorizando soluciones que se adapten al presupuesto sin sacrificar calidad ni estilo. También controla que los tiempos de entrega se respeten.
- Asegurar que el resultado final refleje la personalidad del cliente. Más allá de las tendencias, un buen interiorista escucha, interpreta y traduce los gustos, hábitos y estilo de vida del cliente en un diseño único, funcional y emocionalmente significativo.
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¿Cuánto cobra un interiorista?
El precio de contratar un/a interiorista puede variar significativamente en función de varios factores: la experiencia del profesional, el tipo de proyecto, la ubicación geográfica y los servicios incluidos. No es lo mismo un rediseño parcial de una habitación que un proyecto integral que implique obras, elección de mobiliario y supervisión completa.
En términos generales, un/a interiorista puede cobrar desde 30€ hasta 150€ por hora, o bien establecer un precio cerrado por proyecto. En España, por ejemplo, un proyecto completo de diseño de interiores para una vivienda media puede oscilar entre los 2.000€ y los 10.000€, dependiendo del alcance. Algunos profesionales también ofrecen paquetes de asesoría puntual por precios más asequibles, ideales para quienes solo necesitan una guía para tomar decisiones clave.