La museografía se presenta como una disciplina que, no solo, enriquece la experiencia del visitante, sino que también preserva y comunica el patrimonio cultural. ¿Habías oído hablar de ello? En este post te contamos qué es la museografía, para qué sirve y cómo se distingue de la museología. También conoceremos el rol del museógrafo y qué implica una muestra museográfica.
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Índice de contenidos
¿Qué es la museografía y para qué sirve?
La museografía es la disciplina que se encarga del diseño y montaje de exposiciones en museos. Su objetivo principal es presentar las colecciones de manera atractiva, informativa y accesible, creando una experiencia educativa y estética para los visitantes.
La museografía abarca aspectos como la iluminación, la disposición espacial, los gráficos y los textos explicativos, todo lo cual contribuye a una comprensión más profunda y enriquecedora del contenido exhibido.
Museología vs. Museografía
A menudo, la museología y la museografía se confunden, pero son disciplinas distintas aunque complementarias. Veamos su principal diferencia:
- Museología: es el estudio de los museos, su historia, su papel en la sociedad y las teorías y métodos para gestionar y preservar colecciones. Además, la museología aborda aspectos más teóricos y de investigación.
- Museografía: esta se enfoca en la práctica y técnica del montaje de exposiciones. Se trata de la aplicación práctica de los principios museológicos para crear espacios expositivos.
Ambas disciplinas trabajan en conjunto para asegurar que los museos no solo preserven el patrimonio, sino que también lo comuniquen efectivamente al público.
¿Qué hace un museógrafo?
El museógrafo es el profesional encargado de diseñar y montar las exposiciones. Su trabajo incluye:
- Planificación y diseño: el primer paso es diseñar el recorrido de la exposición, asegurando una narrativa coherente y fluida.
- Selección de materiales: se debe elegir los materiales y soportes adecuados para exhibir las piezas.
- Iluminación: cabe diseñar la iluminación de manera de destaque las piezas sin dañarlas.
- Gráficos y textos: el siguiente paso es colaborar en la creación de gráfico y textos que acompañen las piezas, facilitando la comprensión del público.
- Montaje y supervisión: finalmente, es necesario supervisar el montaje físico de la exposición, asegurando que todo se disponga según lo planificado.
El trabajo del museógrafo es fundamental para transformar la visión teórica de una exposición en una realidad tangible y accesible.
¿Qué es una muestra museográfica?
Una muestra museográfica es una exposición organizada y presentada según los principios de la museografía. Estas muestras pueden variar en tamaño y tema, pero todas comparten el objetivo de educar y enriquecer la experiencia del visitante.
Los elementos clave de una muestra museográfica incluyen:
- Temática: seleccionar un tema central que guíe la exposición.
- Narrativa: crear una historia o discurso que conecte las piezas expuestas.
- Interactividad: incluir elementos interactivos que involucren al visitante de manera activa.
- Accesibilidad: tener en cuenta que el diseño de la muestra debe ser accesible para personas con diversas capacidades.
Ejemplos de muestras museográficas
Para complementar la información del apartado anterior, te presentamos tres ejemplos de muestras museográficas que pueden interesarte:
- Exposiciones temporales: son muestras específicas por un periodo limitado, a menudo sobre temas actuales o especiales.
- Exposiciones permanentes: se tratan de colecciones permanentes del museo, diseñadas para proporcionar una visión integral de ciertos temas o períodos históricos.
- Exposiciones itinerantes: son muestras que se trasladan entre diferentes museos o espacios culturales.
En conclusión, la museografía es una disciplina que da vida a las colecciones de los museos, transformándolas en experiencias significativas para el público.