A la hora de asistir a un centro médico, el paciente espera que el personal sanitario le atienda correctamente, creando una buena relación médico-paciente. Idealmente, esta debe basarse en principios como la escucha activa, la empatía, la confidencialidad y el respeto. Para poder garantizar una atención de calidad y conseguir satisfacer las necesidades del paciente, a la vez que ayudarle a mejorar y cuidar su salud, es esencial conocer las prácticas que deben llevarse a cabo en la profesión sanitaria.

En el presente artículo vamos a centrarnos en los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de construir una relación adecuada entre los profesionales sanitarios y los pacientes.

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Evolución de la relación médico-paciente

Antiguamente, cuando un paciente acudía a la consulta recibía un trato peyorativo, pues se consideraba que si su cuerpo estaba enfermo, también lo estaban su mente y su alma. Se les hablaba con infantilismos, no se les tomaba enserio y no existía transparencia alguna sobre su caso.

Fueron muchos años los que todas aquellas personas que sufrían dolencias de cualquier tipo experimentaron una situación desagradable al acudir a un doctor que les trataba con desdén, pero sin lugar a dudas, aquellos que sufrían trastornos o enfermedades mentales se llevaron la peor parte. Se practicaban lobotomías sin ton ni son, se atribuían los síntomas de enfermedades como la esquizofrenia a cuestiones religiosas y se aislaba y maltrataba a los pacientes, empeorando su estado de una forma considerable.

Afortunadamente, esta mala praxis fue decayendo hasta que la Asociación Americana de Hospitales aprobó la primera Carta de Derechos del Paciente en 1973. 

¿Cuáles son los derechos de los pacientes?

En la Carta de Derechos del Paciente se recogen todos los deberes que el paciente tiene que cumplir y todos los derechos que ningún profesional sanitario debe pasar por alto en ningún punto de la relación medico-paciente.

A continuación, mencionamos algunos de ellos:

  • Derecho a ser respetado y no discriminado por ninguna razón social, económica, moral o religiosa.
  • Derecho a disfrutar de la confidencialidad de toda la información relacionada con él como paciente, excepto en casos en los que se exige lo contrario legalmente.
  • El derecho a recibir toda la información sobre su caso, diagnóstico y tratamiento en un lenguaje comprensible, y que quede constancia por escrito.
  • El derecho a conocer las diversas posibilidades y a escoger, excepto en casos de urgencia o falta de capacidad de toma de decisiones.

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¿Cómo mejorar la relación médico-paciente?

Para fortalecer la relación entre el personal sanitario y el paciente, deberán respetarse todos sus derechos y además, ofrecer un trato humano, cercano y agradable. Aquí te dejamos algunos consejo para que puedas aplicarlos en la atención al paciente:

  • Escuchar activamente la historia del paciente y su caso.
  • Comunicarse con el paciente en un lenguaje comprensible y resolver todas las dudas que puedan surgirle de la mejor manera posible.
  • Tener tacto a la hora de comunicar noticias delicadas, hacerlo con paciencia y empatía.
  • Crear un ambiente cómodo en la consulta y transmitir confianza y seguridad.

¿Por qué es importante la relación médico-paciente?

Son muchos los pacientes que a causa de una mala experiencia dejan de acudir a consulta cuando lo requieren y solo lo hacen cuando sus síntomas se vuelven insoportables. Para poder garantizar una salud pública de calidad, es indispensable que la relación entre los profesionales sanitarios y los pacientes sea buena. Es por ello que una buena praxis, considerando todos los detalles mencionados en este post, puede mejorar notablemente la salud y el bienestar de los miembros que integran la sociedad.

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